La Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas
(ConFAC) es una organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, que interviene en el
ámbito del cannabis abogando por la regulación justa y eficaz de la planta. Desde hace más
de 20 años, defiende la iniciativa de los Clubes Sociales de Cannabis (CSC) como una
alternativa de acceso al cannabis para millones de personas usuarias tanto en España
como en muchas otras partes del mundo.
¡¡Empieza ya la organización de la próxima Marcha Mundial de la Marihuana en Madrid de 2022!! El mundo del cannabis se está organizando y este año queremos enfocarnos en un objetivo común para lograr la mayor manifestación cannábica de la historia de nuestro país. Es un reto ambicioso que requiere de mucho trabajo, pero queremos poder disfrutar del camnio juntas. Sabemos que se está acrecentando la persecución arbitraria de autocultivadores, empresas del sector y personas usuarias. Esta situación solo nos llevan a sufrir la constante criminalización y estigmatización generalizada de la sociedad.
Queremos exigir nuestro derecho a poder autoabastecernos de forma segura, sin tener miedo a ir por la calle, sin ser tratados como delincuentes. Ayúdanos colaborando con el equipo y únete a la manifestación cannábica de este 2022. Participa en la organización y en la realización de la próxima Marcha Mundial de la Marihuana que se celebrará el próximo 7 de mayo de 2022 en las calles de Madrid.
Rellena el formulario para poder sumarte el cambio, ¡el futuro de la regulación del cannabis también depende de TI!
Hoy, día de la Marcha Mundial de la Marihuana 2021, nos juntamos todas de nuevo, ya sea de forma física o virtual, para EXIGIR un cambio en las políticas de la cannabis en todo el Estado. Pero esta vez es diferente, las consecuencias de la pandemia mundial, que aún estamos viviendo, han provocado nuestro enfado, que nos reformulemos y que nos reorganicemos, para enfrentar la lucha contra el prohibicionismo mucho más fuertes y convencidas de que en esta batalla ya no hay Marcha atrás.
Este ha sido un año complicado para todas, aunque estamos ya muy cansadas, hemos demostrado, una vez más, que el conjunto de la sociedad es capaz de adaptarse a cualquier situación, por extrema e inesperada que sea. Nos hemos adaptado a unas medidas de excepción obligatorias y complejas; mascarilla, distancia social, mucho menos contacto con todas esas personas a las que queremos, toques de queda, medidas higiénicas y todo en un tiempo récord, sin apenas tener espacio para asimilar todo lo que discurre a nuestro alrededor.
Las personas usuarias de drogas en general y las de cannabis en particular nos hemos visto sometidas a una vulneración de derechos sistemática y a una presión policial y judicial sin precedentes; Dificultad de acceso a una sustancia segura y de calidad, persecución, estigma, necesidad de adaptar nuestros consumos a las medidas sanitarias impuestas, y un sinfín de trabas que las mismas personas que nos piden y exigen, nos imponen, sin ofrecer alternativas o soluciones.
Una vez que ya hemos demostrado que podemos con todo y que nos hemos adaptado a los cambios impuestos, ahora les toca a ellas y a ellos, al poder legislativo, sacar ese carisma y valentía que tienen en algún cajón olvidado del Congreso, que den respuestas efectivas y eficaces a las personas que tanto y tanto tiempo llevamos trabajando y luchando por una regulación de los distintos usos de la cannabis en la que todo el conjunto de la sociedad se vea reconocida y beneficiada.
Que no se atrevan a decir que las personas usuarias no son perseguidas en este país. Cumplido el 6º aniversario de la entrada en vigor de la Ley Mordaza, según el último Anuario Estadístico del Ministerio del Interior publicado en 2019, que no incluye datos del País Vasco, Navarra o Cataluña, las sanciones vinculadas a drogas suponen el 78,84% del total impuestas, y la aplicación del artículo 36.16 relativo a la tenencia y consumo en vía pública, supone el 99,46% de las mismas.
Estamos hartas, hartas de escuchar que este será el año del cambio, la legislatura del cambio, que nuestra sociedad está preparada para el cambio, pero… ¿dónde está el cambio?
Hoy os preguntamos a todas las personas que hoy nos escucháis: ¿Qué tipo de regulación queréis? ¿Queréis que esto quede en manos de unos pocos?, o ¿queréis que los derechos reales de todos y todas las que amamos la planta se vean reconocidos?
Pues entonces,
Exijamos que se reconozca el derecho de las personas usuarias a poder autoabastecerse de forma segura y a poder ir sin miedo por la calle, a que no seamos tratadas como delincuentes.
Exijamos el derecho al autocultivo personal y colectivo, sin peros, sin condiciones, que se reconozca el trabajo que llevamos haciendo tantas y tantos activistas y que de una vez por todas se reconozca el potencial y la efectividad del modelo de asociación cannábica.
Exijamos que reconozcan los derechos de las personas usuarias con fines terapéuticos a poder decidir el tratamiento que mejor les convenga, a que puedan cultivar su medicina, a que puedan utilizar la cannabis como paliativo, a que se investigue y a que se les dé una respuesta favorable ante una necesidad que no puede esperar más.
Exijamos poder legitimar nuestro trabajo, con todas sus obligaciones y derechos, que se reconozca el bien social, cultural y sanitario realizado durante décadas.
Exijamos que toda la clase política responsable de la perpetuación de las políticas prohibicionistas que tanto daño han hecho y hacen al conjunto de la sociedad, que pida perdón, perdón por dilatar tanto y tanto un proceso de regulación, que ha permitido que los sistemas de trabajo se hayan visto corrompidos, que muchas personas que lucharon hayan caído en el camino y que las y los que estamos paguemos a nivel personal cara, muy cara esta guerra contra las drogas. Que no os engañen, que no os digan lo contrario, La guerra contra las drogas es una guerra contra las personas que las utilizamos.
Queremos reconocer el pequeño avance que supone que el pasado mes de diciembre la cannabis saliera de la lista IV de la Convención Única sobre Estupefacientes, implicando que ahora se puede investigar y desarrollar más evidencia sin tantas trabas, pero sigue siendo insuficiente, queremos un cambio radical y contundente y necesitamos de toda la sociedad para conseguirlo. Necesitamos salir del armario psicoactivo, reconocer y normalizar nuestros consumos. Debemos exigir políticas de drogas sensibles y adecuadas a la realidad de las personas consumidoras. Unas políticas que pongan el foco en las personas y no en las sustancias, en las necesidades de las mujeres, las de los hombres y las de la sociedad.
Gracias a todas y todos por estar en la lucha, por creer en vuestras convicciones, por no rendirnos, porque ante la oscuridad solo nos queda ser luz, y abrir camino para todas aquellas generaciones que están por venir, hoy y todos los días del año.
Por motivo de la crisis sociosanitaria que vivimos, este año la Marcha Mundial de la Marihuana va a ser diferente. No vamos a estar en la Puerta del Sol y muy a nuestro pesar no vamos a repartir globos verdes, pero sí va a pasar por vuestros hogares y deseamos que la sintáis más cerca que nunca. Queremos dar visibilidad, un año más, a la globalidad, transversalidad y solidaridad de todas las personas usuarias en todas sus formas, cultivadoras y asociaciones que dan vida al conjunto del movimiento cannábico. A todas nos une la represión y la situación de vulnerabilidad a la que nos vemos sometidas, como consecuencia de leyes injustas que contemplan castigos desproporcionados, pero también nuestras ganas de construir y formar parte de una sociedad más justa y más libre allá donde estemos.
Esta situación de emergencia a la que nos enfrentamos ha dejado al descubierto la evidencia de que las personas usuarias, en cualquiera de nuestras versiones, no somos una prioridad para el Gobierno. Hemos visto cómo de forma reiterada, una vez más, nos han sometido a unas leyes injustas hasta dejarnos en una clara situación de vulnerabilidad. Durante el obligado confinamiento, muchas personas han puesto en peligro sus vidas, ya sea por no tener acceso a su medicina o bien por tener que saltarse las normas establecidas arriesgándose a la exposición del virus, a las fuerzas del orden y sanciones, al acceso a la sustancia a través de mercados informales. Incluso en el ámbito laboral ha supuesto una gran afectación. Cientos de trabajadores/as han visto sus puestos de trabajo dinamitados por la falta de reconocimiento a nuestro sector, nada de lo que un Gobierno debiera sentirse orgulloso. Es por ello que tendemos la mano a nuestros gobernantes para que una vez pasada la tormenta retomemos de forma contundente y acelerada el trabajo para poder dotar de un claro marco regulador a los diferentes usos del cannabis en el Estado.
También queremos destacar que cada uno de los colectivos que conformamos el tejido del Movimiento Cannábico tiene su propia personalidad, pero todos tenemos unos objetivos en común: La reforma de las leyes relacionadas con cannabis, el cese de la persecución indiscriminada, de la criminalización y del estigma de todo el conjunto del colectivo cannabico.
A todas las personas y colectivos que hoy apoyáis esta iniciativa, que desde casa marcháis por el bien común y la dignidad del conjunto de las personas usuarias, a todas vosotras os damos las gracias por aportar de forma local a un movimiento GLOBAL. Qué sepáis que hoy no estáis solas. Somos más de sesenta y cinco países de todo el Mundo marchando en red bajo el lema #GMM20, una hazaña nunca antes realizada y que gracias al esfuerzo conjunto será recordado siempre en la historia del Movimiento.
Y con el fin de representar a todas y todos de la forma más global y reivindicativa posible, le exigimos al Poder Legislativo:
La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana en aquellos aspectos relacionados con la tenencia y posesión de cannabis para consumo propio, así como su cultivo para el mismo fin.
Que se inicie en la Comisión Mixta de adicciones un proceso transparente, abierto y público que, basado en la evidencia científica y en la realidad social existente en nuestro país, nos conduzca a una regulación integral del cannabis en el Estado. Necesitamos unas leyes que permitan la tenencia en la vía pública, el cultivo personal, el cultivo colectivo y cooperativo a través del modelo CSC, la producción y venta con licencia y la terapia herbal o con derivados para los usuarios terapéuticos a través del sistema público de salud o la iniciativa privada.
Que hasta que dicha regulación se haga efectiva pedimos el fin de la represión y persecución a las asociaciones cannábicas o Clubes Sociales de Cannabis, así como una amnistía para todos los delitos relacionados con cannabis y en especial aquellos en los que haya personas condenadas por pertenecer a esas asociaciones cannábicas o Clubes Sociales de Cannabis.
Por último decir que hoy todas nosotras somos afortunadas de poder hacer la Marcha desde casa. Hay muchas personas usuarias que hoy no tienen un hogar donde de mejor o peor manera poder pasar el Estado de Alarma. Hoy hay muchas personas que se ven muchísimo más expuestas que nosotras a situaciones de gran vulnerabilidad. A todas ellas darles nuestro reconocimiento y nuestra voz para reclamar a toda la clase política el reconocimiento y subsanación del daño que una vez más nos hace la guerra contra las drogas y las personas que las usamos.
Desde el conjunto del colectivo cannábico también queremos recordar a todas las personas que debido a la COVID19 hoy no están con nosotras y a todas y todos los profesionales del sistema de salud pública que tanto han trabajado y trabajan por el bien común de toda la sociedad. Sus precarias condiciones de trabajo, tristemente constatadas estos días y debidas en gran medida a los recortes presupuestarios sufridos por la Sanidad Pública, sí que son un auténtico "delito contra la salud pública", y no el derecho que ejercemos las personas usuarias de cannabis de forma legítima.
Gracias por formar parte de esta marcha desde casa, el año que viene os esperamos más fuertes que nunca en la puerta del sol.